En la entrada de la institución educativa Gimnasio La Esperanza quedaron los orificios donde impactaron las balas que erró el sicario que asesinó a Carlos Manuel Barros Gutiérrez y a Katleeng Mayleth Rodríguez Viloria, y dejó heridos a Luis Vásquez Arias y a la docente Arelis Rodríguez Viloria.

La joven fallecida fue velada el pasado miércoles al interior del colegio, donde además residía. Sobre el féretro fueron colocadas la camiseta del Junior, su equipo favorito, junto con una bandera donde estaban las imágenes de Teófilo Gutiérrez y Yimmy Chará. Testigos aseguraron que Katleeng Mayleth salió de la vivienda al escuchar los disparos y allí fue fatalmente impactada.

Barros Gutiérrez, la otra víctima fatal del ataque sicarial, también fue sepultado el miércoles en el corregimiento de Tomarrazón, jurisdicción de Riohacha, en medio de la tristeza de sus familiares y amigos.

Lo más grave del doble homicidio es que se cometió delante de cerca de 100 niños de preescolar y primaria, que a las 11:20 de la mañana del pasado martes, estaban en el colegio y que fueron resguardados por los docentes que estaban en el lugar, para evitar una tragedia mayor.

Los disparos impactaron en la entrada principal del colegio ubicado en el barrio Jorge Pérez de Riohacha, así como en el vidrio de la puerta principal.

“Actuamos lo más rápido posible. Pegamos los niños a la pared, eran 100 niños. Fue a las 11:20 de la mañana, ya íbamos a empezar a soltar a los niños. Los reunimos en un salón, los padres de familia, la policía nos ayudó para podernos tranquilizar”, contó un testigo del hecho.

La docente Arelis Rodríguez Viloria, hermana de la fallecida, fue impactada en la pierna derecha y por la complejidad de la herida (la bala afectó la tibia y el peroné) fue remitida a una clínica de Barranquilla.

Luis Vásquez Arias, el otro hombre que resultó herido, se le practicó una cirugía para retirarle la bala que le impactó un glúteo.